miércoles, 10 de septiembre de 2008

SIGNOS PRECURSORES


Hay un gran peligro de que muchos [adventistas y otros], confundan el significado de algunas de las señales precursoras que Jesús asoció con su venida y el fin exacto del mundo.
Hambres, enfermedades, perturbaciones climáticas con grandes sequías a la vez que inundaciones, guerras y rumores de guerras. Son señales todas precursoras del término de la historia terrenal, pero no son en sí mismas señales específicas de Su Venida; son, en verdad, "el principio de dolores".
Tal vez los precursores más importantes y significativos del regreso de Cristo sean los que atañen a los creyentes y a la condición espiritual de la humanidad. El mismo Jesús predijo una intolerancia y persecución creciente hacia sus verdaderos seguidores. Habrá odio y desilusión entre ellos; la traición y el odio dentro del mismo cuerpo de creyentes; habrá falsos maestros [falsos profetas}, que desviarán a muchos y enseñarán un evangelio falso. Jesús puntualiza que "el que persevere hasta el fin, éste será salvo".
Mientras la intolerancia hacia los fieles de Dios ha caracterizado los siglos desde que Cristo fundó su iglesia, la intolerancia y la persecución sistematizadas son característicos en nuestro mundo actual. En el Occidente rico y secularizado, todo elemento de la sociedad está dirigido a restringir y avergonzar la verdadera piedad. Más aun, en casi todos los demás países, fuerzas fundamentalistas están molestando e inhibiendo la fe cristiana.
Él mismo nos dejó clara advertencia sobre la aparición de manifestaciones secretas de su venida. La iglesia cristiana ha sido permeada del misticismo oriental, al punto que muchos han creído en una aparición secreta y mística de Cristo. Hoy en día, se ha extendido, particularmente en los EEUU, una doctrina no bíblica: la del rapto secreto.
Veamos y tengamos claro siempre la sucesión de hechos que se van produciendo y sepamos que el Señor dejó, con meridiana claridad, dicho cómo sería su regreso, haciendo hincapie en lo ignoto de cuándo sucederá.
Pero, al igual que en el Día de la Expiación judío, hay una obra que debe hacerse afligir nuestro corazón, llevar aviso al mundo de que Jesús el Salvador vuelve pronto... "y entonces vendrá el fin".

No hay comentarios: