lunes, 3 de enero de 2011

LA AYUDA VISUAL PARA EL DESCONOCEDOR

Como los israelitas esclavos en Egipto desconocían por completo el plan de Dios para la reconciliación del ser humano con Él, así, de igual manera hoy, muchedumbres también desconocen que Jesucristo es el Salvador; Dios desde aun antes de la entrada del pecado en el mundo por la desobediencia de Eva y Adán, tenía preparado su plan de salvación en favor de la raza caída.
  • Cuando guiados por el Señor salieron de su cautividad, se les presentó una ayuda visual (el santuario terrenal), que les enseñaría cómo es ese plan. Para ello presentó a Moisés el modelo del Santuario en ocasión de la entrega de los Diez Mandamientos, como podemos saber leyendo en Éxodo caps. 25 a 30. Todos los elementos que componían esta "ayuda visual", enseñaban a los israelitas algo acerca de Dios y de Cristo. 
  • El Santuario constaba del atrio, el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. En el libro de Levítico podemos, al igual que Israel, conocer los servicios que debían ser realizados en cada una de esas dependencias, y su significado.
  • Mediante los sacrificios de cada día el pecador reconocía la autoridad de la ley y, confesando sus faltas, mostraba su fe en la acción del Mesías que quitaría los pecados, puesto que estos quedaban "registrados" en el Santuario. La purificación anual en ocasión del Día de la Expiación, limpiaba el registro de los pecados confesados y perdonados, proveyendo así la purificación espiritual del pueblo.
  • La purificación del Santuario en ese Día de la Expiación era símbolo de la obra de juicio previo a la venida del Señor (como podemos ver en Daniel caps. 7 y 8), y del juicio que anuncia el primer ángel de Apocalipsis 14.
  • Mediante la obra de Juicio Dios se ha propuesto mostrar al Universo no caído su obra redentora, de perdón y reconciliación, y la manera perfecta, justa y llena de amor, de tratar al pecado y a los pecadores, los arrepentidos y los que persisten en su vida pecaminosa de rebelión hacia el Creador. Con ese juicio previo se pone el punto final a tantas acusaciones, dudas e inquisiciones acerca de la calidad del amor de Dios.