Como es claro, Babilonia significa apostasía en su nivel más ingenioso, eficaz y peligroso. Hizo su aparición no muchas generaciones después del Diluvio. Al reunirse en una descomunal agrupación, la masa de la humanidad actuó en forma contraria a la instrucción de Dios de dispersarse por toda la faz de la tierra. Decidieron construir una ciudad y una torre para su protección, fortificación y fama. Así fue que edificaron Babilonia, su gran ciudad, en una vasta llanura, como la capital en perspectiva del nuevo imperio, cuyo esplendor y poder demandaría el homenaje de todo el mundo... En vista de que la rebelión contra Dios y la exaltación propia estaban en el corazón del proyecto, el Señor esparció a sus participantes, confundió sus lenguas y las diversificó para controlar el progreso del mal.
Mientras que Babilonia simboliza todo sistema falso de religión, en los últimos tiempos de la historia terrenal comprenderá la unión del papado romano, el protestantismo en apostasía y el espiritismo en su manifestación moderna. Pero por la suprema autoridad de Dios, esta triple unión perderá su fuerza y poder, como lo perdió aquella primera ciudad de Babel.
Hoy, Babilonia no puede ser la Roma pagana sino la Roma papal, si lo que se investiga es una sede particular de error y la fornicación espiritual... no se restringe a ella, pues comprende a toda la Iglesia apóstata, romana, griega y aun protestante, en el grado que esté seducida de su "primer amor" para con Cristo, su primer Novio celstial, y haya dado su afecto a las pompas e ídolos mundanos.
"Se dice que Babilonia es 'madre de las rameras'. Sus hijas deben simbolizar las iglesias que se atienen a sus doctrinas y tradiciones, y siguen su ejemplo sacrificando la verdad y la aprobación de Dios, para formar alianza ilícita con el mundo. El mensaje de Apocalipsis 14 que anuncia la caída de Babilonia, debe aplicarse a comunidades religiosas que en un tiempo fueron puras y luego se han corrompido" (CS 433).
¿Sabes qué representa este cuadro? Y, este otro?
